jueves, 30 de octubre de 2008

RETORNOS SIN SECUELAS

Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”, decía –dice- Sabina.

Aparece esta frase en el álbum de fotos de mi primer viaje transatlántico hace ya una década, cuando aún almacenábamos esquirlas de recuerdos en papel brillo o mate.

Quizá necesitaba que una buena máxima legitimara lo que probablemente sucedería: que no regresara jamás a ese lugar que observó el primer vuelo (corporal, vital) de una chiquilla con veintiún años recién estrenados.

Ahora estoy segura de que al pasado se ha de tratar de volver. Para rescatar promesas pendientes, para enaltecerlo, para asegurar certezas, para encajar olvidos, para elogiar quienes fuimos, para entender lo que no somos, para desmitificarlo, para eximirlo de culpas. Para añadirle los pedazos que nos dejamos en la sinapsis de la memoria durante tantos años.

La vida ha sido desprendida conmigo y me está brindando la oportunidad de volver sobre el camino recorrido, de revisar lo vivido con la calma que aporta la distancia. Hace ya dos meses que llegué de una ciudad dorada por el sol para asentarme en la orilla de un puerto plateado por un inmenso caudal. Con el pasado como telón de fondo, llegan simultáneamente ecos de hace tiempo, de la ribera del Paraná y del Río de la Plata, de canciones nunca olvidadas, de alguien que habla de Paraguay y su latido.

De momento puedo afirmar que salgo indemne de este ejercicio de desobediencia, pues no atisbo ninguna muestra de la sutil amenaza que recoge la frase de Sabina.

ROSARIO 1998-2008

Perdón por el atrevimiento…pero estas ideas me llevan dando vueltas desde hace algunos días. La canción que las provoca lleva haciendo lo mismo media vida.

Me fui. Y los árboles del parque siguieron creciendo.

Pasaron muchos otoños, pero los árboles no murieron, ni tampoco mi fe.

Aumentó, sí, la ciudad en mi ausencia, pero no se olvidó lo aprendido.

Pude cumplir algunos planes que entonces tracé con la persona que sigue mostrándome sus temores. No estoy cansada. Seguro estoy más vieja.

Pasaron tantas, tantas cosas. Tantas, que ninguna revistió trascendencia como para cambiarnos.


TANTAS COSAS

(I. SERRANO, Los paraísos desiertos, 2000)

Si te vas, los árboles del parque seguirán creciendo, pasará este otoño.
Se unirán dos nuevas soledades, se dirán mentiras, seguiremos locos (...)

La ciudad en tu ausencia seguirá creciendo, devorando vidas, haciéndolas humo.
Otros cumplirán los planes que trazamos, que no terminamos, haciéndolos suyos.

Seguirás llorando en algunos cines, olvidando todo aquello que aprendiste.
Nacerán mil niños y nuevas canciones, y quizás alguno, quizás, lleve tu nombre.
Nuevos simulacros, nuevas confesiones.

Si te vas, los árboles del parque seguirán muriendo y también mi fe.
Seguiré olvidándome las llaves al salir de casa, y quizá en tu piel
haya quien esconda allí su cansancio, todos sus temores, o quizás sus labios.

Tantas, tantas cosas seguirán pasando, que quizás las cosas no nos cambien tanto.
Tantas, tantas cosas.

Pero si te vas, estos días serán esa sucia y vacía franja de playa
que queda cuando tú te has ido, cuando el mar se aleja y la marea baja.
Yo estaré cansado y quizás más viejo, maldiciendo estos días muertos.

Tantas, tantas cosas seguirán pasando, que quizás las cosas no nos cambien tanto.

Para ver y escuchar:

http://www.youtube.com/watch?v=RkzOjRiSZ2I

miércoles, 22 de octubre de 2008

PASADO LLENO DE VIDA

"La borró

"La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró junto con el amor que sintió por ella. La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se rescriben las biografías y la historia. "

Milan Kundera, "El libro de la risa y el olvido"